A la hora de viajar dentro del amplio territorio oriental (casi 10 millones de km2), uno se encuentra ante una variada oferta de transportes, entre los cuales están los vuelos internos, los ómnibus en diferentes categorías dependiendo la distancia y, el cual ha sido en la mayoría de los casos nuestra locomoción: el tren.
Llegando a la estación ya se puede ver la multitud. No importa la hora, la gente espera por horas montando una especie de campamento al cual solamente le falta la carpa, porque incluso duermen allí, esperando al tren que tal vez salga 12h más tarde.
Teniendo en cuenta que hablamos de un país con más de 1.300 millones de habitantes, debemos tomar conciencia que muchos de ellos viajan, y cuando decimos muchos, SON MUCHOS.
Conseguir un boleto de tren puede ser una proeza absoluta, si se tiene en cuenta que muchas estaciones de tren comienzan la venta de boletos 15 días antes de la fecha de salida, ¿qué significa esto? Miles de personas tratando de obtener tal vez el mismo boleto.
La red ferroviaria en China es muy amplia, y abarca casi todo el territorio, de norte a sur y el este, aunque en la zona oeste, limítrofe con algunos países árabes, la oferta de trenes de larga distancia es muy limitada.
En la mayoría de los casos, los compañeros de vagón se vuelven amigables una vez que están sentados, antes, es una carrera de obstáculos humanos para ver quién sube primero, quién se sienta primero (o consigue asiento en caso de no tener), y quién logra colocar sus pesadas maletas y cajas en el espacio destinado para ello, arriba de los asientos.
La categoría de los asientos duros suele ser la más difícil de soportar, y no por la incomodidad necesariamente, ya que es muy soportable. Lo que hace que el viaje sea más difícil puede ser la muchedumbre dentro del vagón, donde hay asientos para 100 personas y haya más de 150, los niños que son muy inquietos, o, como nos sucedió en una ocasión, una riña a golpes entre una señora y un señor que atrajo la atención de todos los pasajeros, más de 10 comisarios de abordo del tren que trataban de mediar, y hasta dos oficiales de policía, los cuales no llegaron a intervenir, mientras Lorena jugaba con un niño de menos de dos años que tenía sus genitales y trasero al aire.
VIDEO: niño orinando en bolsita en el tren
También es posible encontrarse con un tren con pocos pasajeros donde se pueda viajar con un poco de comodidad (estirar las piernas, acostarse, etc) o de ver como sería el tren sin tanta gente (antes de que suban todos).
Todos los trenes tienen oferta casi constante de comida y bebidas por los pasillos. Fruta, snacks picantes envasados al vacío, agua, gaseosas, incluso bandejas con menús, generalmente de arroz con acompañamientos de verduras o carne, dependiendo la hora, ya que se puede comprar para el desayuno, almuerzo o cena, y todo a precios muy razonables. Además, todos cuentan con servicio de agua caliente, no solamente para tomar té, puesto que gran parte de los pasajeros traen su propia comida, generalmente fideos instantáneos, con paquetes individuales de salsas, picantes en su mayoría, los cuales inundan el tren con su aroma (imaginen un vagón con más de 70 personas comiendo esos fideos a la vez y entenderán).
La limpieza no es ajena al tren. Cada cierto tiempo, durante el recorrido, el personal “rastrilla el tren”, barriendo con escobas hechas de ramas todo lo que esté en el piso, TODO. Además, recogen la basura que los pasajeros van depositando en bandejas de metal colocadas en las mesas que hay frente a los asientos o literas.
Cama dura es otro mundo, aquí los niños también son inquietos, con la diferencia que tienen tres niveles de camas para trepar y saltar. Las camas no son realmente duras, incluso más cómodas que varios hostels, aunque a veces encuentras que fue usada por un pasajero anterior y la ropa de cama no fue cambiada, nada grave. Lorena utiliza una técnica que posiblemente sea patentada. Coloca la mitad del covertor sobre el colchón y con la otra mitad se cubre, para hacer aún más cómoda la litera y a la vez estar tapada, ya que a veces el aire acondicionado está muy fuerte, sobretodo en la litera superior.
Algo que también podemos encontrar es un grupo de tres o más personas jugando a las cartas, ¿lo mas curioso? seguramente no se conozcan de antemano. Para llevar a cabo esto, muchas veces hacen esfuerzos por cambiar personas de asiento (que tampoco conocen de antemano), o hasta dejar parados hasta que termine la partida a gente que está sentada donde se desarrollará el juego. En ocasiones apuestan dinero.
Les dejamos la foto de nuestro primer viaje en tren juntos rumbo a Shanghai:
Y de un viaje cortito y muy cómodo de Huangshan a Qimen: